Reflexiones desde el aula

ANA GALLEGO, AMIGA, COMPAÑERA Y FUENTE DE INSPIRACIÓN (escrito en verano de 2.014 para su cumpleaños)

Han pasado ya 11 años desde que conociera a una bellísima persona, como eres tu, Ana Gallego. Nos conocimos en el Centro de Profesores de la Axarquía en un curso de proyectos en el que había un grupo de gente muy “apañada”, por aquel entonces, era la asesora del CEP Loli Escaño.
Como colofón final a este curso realizamos juntos un viaje a Alicante a la escuela de Mari Carmen Díaz, fue un visita muy interesante pues aprendimos mucho y el viaje muy ameno y divertido. El mini bus iba cargado de mujeres a excepción del chofer y yo. Dos días que dieron para mucho a todos los niveles.
Hay comienza lo que  yo considero una gran amistad con un  persona muy grande, desde entonces se han sucedido numerosas charlas, paseos o intercambios de ideas, muy productivos y enriquecedores.
Desde el primer momento creo que hubo conexión bidireccional, pues ambos tenemos inquietudes muy similares.
Aunque nos veamos poco, cuando nos vemos es muy emotivo. Suelo tenerte presente con mucha frecuencia, pues he aprendido mucho contigo y de ti. Por poner un ejemplo: Los cuatro acuerdos, cada vez que los veo colgados de mi nevera, te veo a ti.
Contigo conocí a muchos autores que ahora son mi manual de cabecera.
En momentos personales que he tenido difíciles al hablar contigo he salido cargado de energía y con alternativas para evolucionar……
Podría seguir enumerando aprendizajes, anécdotas y momentos mágicos pero prefiero verte pronto y poder decírtelos en un paseo junto al mar.
No he querido faltar a esta cita que el destino ha puesto en mis manos.
Gracias por haberte cruzado en mi camino…….con personas como da gusto caminar…..Un beso enorme……



XXV ANIVERSARIO DEL IES ALMENARA(Experiencia de un antiguo alumno) Primavera 2.014


Buenas tardes/ noches, mi nombre es Antonio, fui alumno del Instituto entre 1.994 y 1.999.
Cuando María José Rodríguez contactó conmigo para participar en este acto, me alegró mucho, y desde ese momento han sido muchas las imágenes de mi paso por el Instituto que han venido a mi mente:
Aún recuerdo cuando mis compañeros de Benamocarra y yo veníamos en el autobús media hora antes de que comenzar las clases y nos abrían Pepe y Rogelio, los conserjes de aquella época.
Este ratito antes de las clases era estupendo para pasarnos por la cafetería y tomar algo, gestionada por los entrañables Pepe y Amparo, que tan ricos bocadillos de tortilla y tapitas de ensaladilla rusa preparaban. Teníamos que apuntarnos si queríamos bocatas calentitos porque había mucha demanda. Creo que han dejado huella en multitud de alumnos/as. En alguna hora que no había clase, o si nos hacíamos alguna piarda, la cafetería era el lugar de encuentro.
Como cambia la fisionomía de la Zona, en la época en que yo estudié, el Instituto estaba en mitad del campo, no había nada construido alrededor y se accedía por un pequeño camino vallado desde el Colegio Zona Norte. Cultivos de lechugas y crisantemos eran el paisaje lo rodeaban. Poco a poco se ha ido construyendo y urbanizando la zona, numerosas familias han elegido la Zona Norte para fijar su residencia, se han construido  nuevas calles y han ido aflorando comercios, dando vida a un barrio antes inexistente.
He vivido muy de cerca la evolución del barrio, pues desde 2.004 soy maestro en el Colegio Zona Norte que tan ligado está al Instituto, ya que nuestros alumnos continúan sus estudios aquí. Por cierto mis primeros alumnos de Zona Norte este curso han pasado ya al Instituto.
El mismo edificio del Instituto ha sufrido cambios y se ha ido ampliando paulatinamente.
Siempre era agradable tener un rato de charla con Maribel y Mª José  las administrativas de aquella época.
Recuerdo la dedicación de Antonio García, director desde los comienzos hasta nuestros días, su gran labor es de elogiar.
Guardo muy gratos recuerdos de algunos profesores, que  han dejado huella, tal es el caso de Araceli del Valle, Mª José Rodríguez, Paco  Quintana, Ana Van Hintel, Ricardo, Mariam o María José Cabezas, profesores que  vivían sus clases y nos hacían disfrutar. Eran pioneros en el  uso de las nuevas tecnologías de entonces, usando retroproyector de diapositivas o transparencias…..como han cambiado los tiempos.  
Estoy orgulloso de haber estudiado el BUP y el COU en el Instituto Almenara, los planes de estudios y las nomenclaturas cambian, pero creo que el espíritu del Instituto sigue siendo el mismo.
A los que nos dedicamos a la educación no se nos puede olvidar que trabajamos con personas y yo he tenido muchas experiencias positivas con profesores que se interesaban por las inquietudes de los alumnos, que más allá de soltar un sermón de su asignatura, nos hacían pensar, reflexionar para que fuésemos personas libres, democráticas y los ciudadanos del futuro.
En la época que estudié tuve la suerte de vivir muchas actividades completarías, la semana cultural, los conciertos de Santa Cecilia, el taller de crepes en la asignatura de francés, los recitales de villancicos de Navidad.
A nivel personal, la etapa del Instituto la recuerdo con alegría, pues hay nació la amistad con algunos de mis mejores amigos y amigas.

Terminar agradeciendo a todos y cada una de las personas que durante estos 25 años han puesto su granito de arena apostando por la Educación Pública, tan castigada en los tiempos que corren,  dando lo mejor de sí cada día al levantarse para ir a trabajar , en muchos casos trabajando a muchos kilómetros de sus hogares. Con la ardua tarea de enfrentarse a una clase de 30 alumnos, cada uno de su padre y de su madre, algunos por obligación……Gracias…..

XX ANIVERSARIO DEL PROYECTO DE ANIMACIÓN A LA LECTURA "ERASE UNA VEZ" EN EL CEIP EDUARDO OCON RIVAS DE BENAMOCARRA (Participación de un antiguo alumno) escrito en otoño de 2.012


Blanca la niña solitaria
Me pongo delante del ordenador echando un pulso al tiempo, a pesar de que mi cabeza ha estado en el tema en multitud de momentos la fecha de entrega del relato se agota.
 ¿Que escribo? Esa es la gran pregunta, como docente que soy voy a ponerle un poquito de didáctica, al igual que viví en mi infancia.
Cinco objetos que veo en mi despacho del colegio: la ventana, una planta, un cuadro de Gustav Klimt( el árbol de la vida), un balón requisado  y algunos libros. Estos son los ingredientes con los que cocinaremos nuestro relato, un relato que comienza así:
Cuentan que en un pequeño pueblo no muy lejano, vivía una niña muy curiosa llamaba Blanca; andaba todo el día cuestionándose los fenómenos naturales y  el porqué de las cosas, su curiosidad era tal, que vivía ajena muchas veces a los juegos propios de su edad.
Siempre estaba  asomada a su ventana  observando como de costumbre el paisaje, pensando en porqué era tan diferente a sus amigas  que se pasaban la tarde jugando, mientras que ella vivía en su mundo peculiar. Quizás sentía tristeza de no jugar en la calle con sus amigas, nadie la llamaba, ¿acaso no soy divertida? Se preguntaba una y mil veces, el caso es que nunca nadie llamaba a la puerta de su casa,  las tardes pasaban y nadie llamaba a su puerta
Ella se sentía diferente, incomprendida y quizás un poco aislada, pero eso no le impedía ser feliz. Tenía un gran amor a las plantas, en su casa había un inmenso jardín que Blanca cada día cuidaba con mucha dedicación y esmero, era su refugio, su distracción.
Un día le regalaron un balón, tenía unos colores preciosos. Decidió salir a la calle y jugar un rato con los niños y niñas que allí había, todos quisieron jugar con ese lindo balón, todos aparentemente eran sus amigos. En principio pareció una tarde estupenda, pero cuando llegó a casa la pequeña filósofa que no paraba de pensar se preguntaba, ¿y si hubiese bajado sin mi balón nuevo habrían sido mis amigos igualmente?
Al día siguiente bajó a la calle sin balón y como si de  un fantasma se tratara nadie le hizo caso,  se fue triste y dolorida cuestionándose la autenticidad de las personas, sin balón no existía.
A muy temprana edad la pequeña Blanca empezaba a ver la esencia de la vida y las personas, gran parte de esta sabiduría la había aprendido en los libros que ocasionalmente le regalaba su abuelo, que era un apasionado de las letras. En esos libros había aprendido muchas cosas de la vida, de la amistad, del amor, el respeto, pero se ahogaba en su llanto cada vez que leía estos libros preciosos y dolorosos a la vez, pues ella no tenía amigos.
Pasado algún tiempo su padre cambio de trabajo y se mudaron a otro pueblo a vivir.
Curiosamente en este pueblo no se sentía diferente, se sentía aceptada y querida, los niños y niñas del colegio se acercaban a ella para invitarla a jugar, cosa a la que no estaba acostumbrada.
Una de estas  tardes en las que jugaba con sus nuevos  amigos, se alejaron del pueblo y cerca de un riachuelo descubrieron un enorme árbol, era precioso, sus hojas parecían de oro, junto a él había sentado un anciano que al oírlos se levantó y empezó a hablarles:
“Sabía que vendríais esta tarde, este árbol que crece aquí junto al río, es el árbol de la vida, conocido así por sus hojas doradas. Es único en su especie y son muy pocos los que logran verlo alguna vez en su vida. La magia que envuelve a este árbol hace que no todo el mundo lo pueda ver, vuestra bondad y nobleza de corazón hacen que podáis verlo”
Cuando quisieron darse cuenta en anciano había desaparecido y se quedaron pensativos sin saber muy bien como actuar ni que hacer……..
…….como pretendo dejaros yo a vosotros queridos lectores, pensando en esa pequeña niña y que cada uno piense el final mas apropiado.

10 AÑOS DE PROYECTO DE ANIMACIÓN A LA LECTURA "ERASE UNA VEZ" EN EL CEIP EDUARDO OCON DE BENAMOCARRA (Experiencia de un antiguo alumno) Escrito en junio de 2.002


SOMOS LO QUE HACEN DE NOSOTROS

          Todos hemos tenido nuestro primer día de colegio, aun recuerdo esa imagen de la señorita Reme con ese vestido marrón. Eso es lo que me queda en la mente después de casi 18 años, también recuerdo los llantos de aquellos compañeros que al irse las madres lo pasaban mal.

          Pero vamos creciendo, aprendiendo, teniendo vivencias, viendo obras en el colegio, cambios de maestros, jubilaciones, todo cambia, no hay nada estable en esta vida, pero lo que si queda son recuerdos buenos de una persona que aunque ya no sea tu maestra la sigues considerando igual, lo que ocurra con un niño en la infancia es para toda la vida, y la verdad, no puedo quejar de mi etapa de niño en el colegio.

          El potencial humano que hay en este colegio se nota nada mas entrar, tantos maestros que viven por y para sus alumnos es algo que se valora mucho, al menos así lo veo yo.

          Me podría extender en cientos de folios hablando de mi experiencia en el colegio, pero me voy a centrar en mi experiencia con el programa de animación a la lectura “Erase una vez...”, programa que se va haciendo mayor, lo que empezó como un primer escalón va creciendo y este año ha cumplido diez años.

          Los 10 años de este proyecto se han celebrado de una forma muy especial, los que en su día fuimos alumnos de este colegio, este años hemos colaborado para que se llevara a cabo de la mejor forma.

          Nos mandaron una carta a cada uno y los que respondimos a la propuesta, nos pusimos manos a la obra para trabajar en aquello que de pequeños dejo volar nuestra imaginación, nos hizo mas libres, dejo rienda suelta a la creatividad.

          Unos escribieron en el librito, otros hicieron cuenta cuentos, se sacó un cartel especial para este año, otros maquillaron ,ayudaron en el puesto de los libros, y Beatriz y yo preparamos un teatro de guiñol con lo niños.

          Para mi parecer fue un éxito, no por lo bien o mal que saliera, sino por la ilusión puesta por cada uno de los que participábamos, no fue obra de nadie, fue un trabajo en grupo donde los niños que actuaron, alumnos del colegio, se implicaron, se comprometieron.....¡acaso eso no es valioso¡
          Gracias a Bárbara, Génova, Francisco, Toñi, María, Mari, Carmen, Laura, Regina.... porque sin ellos el teatro un hubiese salido adelante.

          Para mi fue mas importante el propio proceso que el resultado final que duró 15 minutos, cada ensayo, la construcción de los guiñoles, la decoración del escenario, fueron momentos de ilusión en los que los niños se implicaron muchísimo.

          Que decir,  ¿repetir? Repetiría, no os imagináis la gratificación personal que te aporta el trato con los niños de ellos se aprende mas de lo que nos podamos imaginar.

          Termino igual que empecé, pues todos somos fruto de lo que de pequeños vivimos, me alegro de que las nuevas generaciones de alumnos puedan disfrutar igual que yo lo hice con este proyecto de animación a la lectura, en el que tantas personas ponen energía y esfuerzo, Reme, Toñi, Paqui, Maria Antonia.
         
          Solo decir que no sabemos apreciar lo que tenemos hasta que no lo vemos atrás en la historia, y en este colegio hay un tesoro que no está tan escondido.

                                                                         Antonio Lara
        


PARA REFLEXIONAR

Este pequeño video viene muy bien para recordar que es lo esencial y que es secundario. No nos dejemos agobiar con la presión curricular cargada de contenidos conceptuales y recordemos al menos un instante cada día la dimensión humana de nuestros alumnos, dejarles expresar sus inquietudes, que puedan manifestar sus emociones, que sean críticos con la realidad......ayudemos a nuestros alumnos a ser buenas personas, con espíritu crítico...

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